
Cómo influye una cultura amable en los resultados de una organización y por qué es clave para RRHH garantizarla
¿A quién no le gusta que le traten bien en el trabajo? Poder ir a un lugar a trabajar en el que te sientas bien tratada/o es algo que cualquier persona anhela. Sin embargo, no siempre es fácil que encontremos este tipo de lugares en los que recalar.
Todavía abundan las culturas que no dan importancia a que el lugar de trabajo sea un lugar donde te sientas seguro/a, cuidado/a y tratado/a amablemente en cualquier circunstancia.
No hablo de la amabilidad entendida solo como “buenos modales” sino como una intención de cuidado hacia los empleados que se traslada a la comunicación, a las condiciones laborales, al modo en que se abordan cuestiones “difíciles”, al liderazgo…
Culturas corporativas amables y autoamabilidad
La amabilidad penetra en la cultura corporativa cuando:
- Los líderes son ejemplo
- Las personas con su comportamiento individual crean un comportamiento colectivo amable
- Es uno de los valores en la organización
- Se forma para que las personas aprendan sus beneficios e incluyan este comportamiento en su día a día
Conseguir una cultura corporativa amable implica un cambio a nivel individual: Es difícil ser amable con tu compañera/o o con tu equipo cuando no eres capaz de serlo contigo misma/o.
Los tres sistemas neurobiológicos y la base de la autoamabilidad
Según el Psicólogo Británico Paul Gilbert existen tres sistemas neurobiológicos clave en el funcionamiento del ser humano:
Sistema de amenaza y protección
Es el sistema encargado de detectar amenazas a nuestra supervivencia. Una amenaza puede ser un león que viene a comerte o una mirada hostil por parte del jefe.
Este circuito está muy activado por el entorno social y en el lugar de trabajo es muy habitual que estemos continuamente con este circuito activado detectando amenazas a nuestra supervivencia.
Sistema de logro
Este sistema nos impulsa a conseguir alimentos, lograr cosas como metas personales, estatus, poder, retribución económica…etc.
En el lugar de trabajo también tenemos muy activo este sistema pues como sabemos hay objetivos constantes que cumplir.
Sistema de satisfacción, calma y seguridad
Este sistema está relacionado con sentirnos seguros/as, en paz y alegres.
Imagina lo que siente un niño pequeño cuando es abrazado por sus padres. Los adultos necesitamos también ser bien tratados/as y queridos/as y esto se traduce en la búsqueda de relaciones significativas y colaborativas en el lugar de trabajo.
Este sistema está relacionado con dos neurotransmisores: los opiáceos endógenos y la oxitocina y es la base de la autoamabilidad.
Lo que sucede en la práctica es que olvidamos la necesidad de este ultimo sistema. Cuando surge un obstáculo, nuestro cerebro tiene un sesgo negativo cuya misión es protegernos de la amenaza.
Imagina un proyecto que ha salido mal, ese sesgo negativo te lleva a autocriticarte para no volver a fallar. Y esto, se traduce en culturas en las que está muy arraigada la idea de que la única manera de mejorar es fustigándose y criticándose.
Lo mismo sucede cuando es un miembro del equipo el que ha fallado, tanto el líder como sus propios compañeros pondrán el foco en la amenaza: “¡¡¡Alarma!!! ¡¡¡Error!!! ¡¡¡Voy a señalar todo lo que estás haciendo mal y lo repetiré muchas veces para que no cometas de nuevo el mismo error. Incluso puede que te eche miradas reprobatorias!!!
¿Pero es es realmente productivo tener una actitud poco amable?
Estudios como el llevado a cabo por Juliana G. Braines y Serena Chen de la Universidad de Berkeley demuestran los beneficios de tratarnos bien a nosotros mismos/as y muestran cómo tratarse bien a uno mismo/a tras cometer un error aumenta la motivación de superación personal.
El comportamiento poco amable es perjudicial para el rendimiento y es el camino más directo hacia el agotamiento. Cuando nos tratamos amablemente y nos comportamos del mismo modo con los demás es más probable que el rendimiento sea mejor contribuyendo así a crear un entorno de cuidado y apoyo que nos hace trabajar mejor.
Ser más amables con nosotros/as mismos/as no significa que no reconozcamos nuestros errores, eso sería engañarnos, sino que reconociéndolos elegimos cultivar una mentalidad de crecimiento. Fustigarnos puede llevar al bloqueo, lo mismo sucede cuando se lo hacemos a los demás.
La amabilidad es algo que a todos/as nos gusta, nos da fuerza y nos motiva por eso es imprescindible llevarlo a las culturas corporativas. Una cultura amable y de cuidado de las personas en el lugar de trabajo fomenta la colaboración, la efectividad, la creatividad, el bienestar y hace que las personas quieran quedarse y dar lo mejor.
¿Te ayudamos a introducir la amabilidad en la cultura de tu organización? Contacta aquí.

Ejercicio para cultivar la autoamabilidad
Piensa cómo en muchos momentos utilizas la autocrítica para motivarte.
¿Posees algún rasgo personal por el que te criticas (por ejemplo, ser
cascarrabias o perezoso/a…) porque crees que ser duro/a contigo mismo te
ayudará a cambiar? Si es así, escríbelo en un papel y a continuación reflexiona
sobre cómo te sientes cuando te criticas y te juzgas duramente. Intenta traer
consciencia sobre esas emociones y escribe.
A continuación, piensa en una manera más amable de motivarte para realizar
el cambio necesario. ¿Qué palabras utilizaría un buen amigo o un mentor que
te aprecia para señalar con delicadeza que tu conducta es improductiva, al
tiempo que te anima a hacer las cosas de otra manera?
Cada vez que te descubras juzgándote por ese rasgo no deseado en el futuro,
céntrate primero en el dolor que produce en ti la autocrítica y dedícate un poco
de amabilidad. A continuación, intenta reformular tu diálogo interior de manera
que resulte más comprensivo y te ayude a forjar una mentalidad de
crecimiento.


Soy Cristina y soy experta en transformar organizaciones en Organizaciones Emocionalmente Inteligentes introduciendo Inteligencia Emocional y Mindfulness para fomentar la colaboración, el rendimiento y el bienestar.
Ayudo a personas que como tú saben que la Inteligencia Emocional y el entrenamiento de la atención o Mindfulness es clave para las organizaciones y buscan un método fiable que genere cambios en el “mindset” de las personas y en los resultados.
Durante 15 años ha trabajado en multinacionales al frente de equipos de más de 70 personas y eso me ha hecho enfrentarse a problemas de estrés, regulación emocional, desmotivación, conflicto… por eso me he dedicado intensamente a buscar el modo de cuidar el bienestar mental y emocional de mis equipos y el mío propio y he visto como eso tiene un impacto directo en las relaciones, el ambiente y los resultados.
Para mi el trabajo tiene que ser un lugar donde te encuentres bien, te sientas querida, respetada y útil. Me gusta trabajar con organizaciones que cuidan de sus equipos y se toman en serio su bienestar.
Soy Profesora Certificada del Programa de Liderazgo “Search Inside Yourself” creado en Google basado en Mindfulness, Inteligencia Emocional y Neurociencia. En 2018 fundé Umanbi para acercar el Mindfulness y la Inteligencia Emocional a personas y organizaciones de todo el mundo.
¡Espero verte pronto!

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