¿Cómo empiezo a practicar Mindfulness?
Cada vez hay más estudios científicos que muestran los enormes beneficios que esta práctica puede traer a nuestras vidas. No son pocos los que señalan que Mindfulness, al igual que ha sucedido con hacer ejercicio, se convertirá en un hábito diario para millones de personas .
Practicar regularmente ayuda a mejorar el rendimiento y la toma de decisiones, a ser mejores líderes y a trabajar mejor en equipo. Incluso estudios revelan como nos ayuda a sentirnos más satisfechos profesionalmente.
Entre algunos de sus beneficios están los relacionados con el aumento del bienestar, la disminución del agotamiento emocional, la disminución del estrés, la mejora de la concentración y la creatividad, la mejora de la regulación emocional y el desarrollo de nuestra inteligencia emocional. Además, los beneficios también llegan a nuestro trabajo: Practicar regularmente ayuda a mejorar el rendimiento y la toma de decisiones, a ser mejores líderes y a trabajar mejor en equipo. Incluso estudios revelan como nos ayuda a sentirnos más satisfechos profesionalmente.
Quizás seas un escéptico y quieras ver si realmente funciona o por el contrario, estés ya convencido y buscando cómo empezar. Sea cual sea tu caso, aquí tienes un sencillo modo de comenzar.
Busca un lugar tranquilo en el que puedas tener unos minutos sin interrupciones. Siéntate en una silla y coloca tus manos apoyadas en las rodillas, puedes colocar las palmas hacia arriba o si lo prefieres entrelazar ambas manos y apoyarlas en tu regazo.
Asegúrate de que tu columna está erguida, puedes sentarte en el principio de la silla sin apoyarte en el respaldo. Coloca tu lengua relajada en el paladar superior, esboza una ligera sonrisa y cierra los ojos. Si lo prefieres, también puedes mantenerlos ligeramente abiertos con la mirada hacia el suelo en un ángulo de 45 grados.
Comienza realizando tres respiraciones profundas y luego lleva una de tus manos al abdomen. Observa cómo el aire entra y sale sin que tu hagas nada, la respiración va sola, es como si estuvieses sentado en la orilla del mar viendo como las olas van y vienen. Tu misión es mantener tu atención en el abdomen. Cuando notes que tu mente se distrae lleva de nuevo tu atención al abdomen. Es importante que lo hagas de un modo amable, sin juzgarte. Ten en cuenta que cuando más estamos entrenando el manejo de la atención es cuando conseguimos ser conscientes de que se ha ido y la traemos de vuelta.
Puedes quitar la mano cuando quieras y seguir con toda tu atención en el abdomen, observando como el aire entra y sale sin que tu hagas nada. Cada vez que surjan pensamientos intenta “anotar mentalmente” en qué estabas pensando, con tres o cuatro palabra es suficiente, por ejemplo “pensando en que cenar” y regresa con amabilidad a tu abdomen. Continua el tiempo que quieras de este modo.
¡Parece increíble que algo tan sencillo pueda traer tantos beneficios a nuestras vidas!
Seguro que ya has descubierto que la mente se distrae constantemente, es normal. De hecho, según el estudio de la Universidad de Harvard realizado por Killingsworth & Gilbert, nuestra mente divaga el 47% del tiempo y eso está correlacionado con sentirnos infelices.
Durante mucho tiempo al cabo del día, nuestra mente no está concentrada en lo que hacemos, sino que está en modo automático. ¿Cuántas veces has llegado a casa sin darte cuenta de el trayecto? Cuando estamos en modo automático, hay más probabilidades de que nuestra mente está en modo “lavadora” dando vueltas a pensamientos sobre el pasado, el futuro, nosotros mismos, lo que pensarán de nosotros… Estamos distraídos y reaccionamos, nuestro comportamiento además, se ve arrastrado por las emociones sin que seamos conscientes de ellas.
La práctica de Mindfulness nos ayuda a salir del piloto automático prestando atención a lo que sucede en el momento presente en nuestro cuerpo, mente y entorno con curiosidad y amabilidad.
Como ves, el método para practicar Mindfulness es sencillo, aunque no lo es tanto ser consciente de que nos hemos distraído y traer de vuelta a la mente al punto que hayamos elegido, en este caso el abdomen. Es ahí cuando más estarás entrenando este “músculo” de la atención. ¡Parece increíble que algo tan sencillo pueda traer tantos beneficios a nuestras vidas! ¿Te animas ?